El alivio y la relajación que sentimos después de un masaje no son meramente subjetivos; son el resultado de un complejo conjunto de reacciones fisiológicas y bioquímicas que tienen un impacto directo y medible en el cuerpo humano. La ciencia moderna ha comenzado a desentrañar los mecanismos por los cuales la terapia de masaje actúa como un potente regulador de nuestro sistema nervioso, endocrino e inmunológico.
Impacto en el Eje Estrés-Ansiedad
Uno de los efectos más estudiados y comprobados del masaje es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. Esto ocurre principalmente a través de la modulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), el sistema central de respuesta al estrés del cuerpo.
- Reducción del Cortisol: Las investigaciones han demostrado que un buen masaje puede reducir la hormona del cortisol (la principal hormona del estrés) hasta en un 50%. La disminución de cortisol contribuye directamente a un estado de calma, disminuye la tensión arterial y mitiga los efectos dañinos del estrés crónico en el cuerpo.
- Liberación de Endorfinas y Oxitocina: Aunque históricamente se ha postulado que el masaje aumenta las endorfinas (analgésicos naturales), la evidencia más robusta apunta a la liberación de otros neurotransmisores y hormonas clave. La oxitocina, a menudo llamada la «hormona del abrazo» o del vínculo social, se eleva durante y después del masaje, promoviendo sentimientos de conexión, bienestar y relajación profunda.
Beneficios Circulatorios y Musculares
El efecto físico del masaje en los tejidos subyacentes es crucial para sus beneficios terapéuticos. Las manipulaciones como el frotamiento, el amasamiento y la percusión tienen efectos directos en la circulación y la musculatura.
- Mejora de la Circulación: El masaje actúa como una bomba manual, estimulando la circulación sanguínea y linfática. Al aplicarse presión y fricción, se favorece el flujo de sangre a los tejidos, lo que se traduce en una mayor oxigenación de los músculos y órganos. Al mismo tiempo, se promueve la circulación linfática, ayudando al cuerpo a eliminar toxinas y productos de desecho metabólico de manera más eficiente.
- Alivio de la Tensión y el Dolor: La técnica de masaje libera la tensión crónica en las fibras musculares. El amasamiento profundo ayuda a deshacer los nudos o contracturas (puntos gatillo) que causan dolor y limitan el movimiento. Esta acción es tan efectiva que, en algunos casos, el efecto relajante del masaje puede sustituir el uso de calmantes musculares. La liberación de endorfinas mencionada también contribuye a que el masaje funcione como un analgésico natural para reducir la sensación de dolor.
Impacto en el Sistema Nervioso y el Sueño
El masaje terapéutico es un poderoso regulador del sistema nervioso autónomo, ayudando a que el cuerpo cambie del estado de «lucha o huida» (simpático) al estado de «descanso y digestión» (parasimpático).
- Regulación del Sueño: Estudios han demostrado que el masaje puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a combatir el insomnio. Esto se debe a que promueve la producción de melatonina, la hormona esencial para regular los ciclos de sueño-vigilia.
- Mejora de la Respiración: Un masaje profundo puede liberar la tensión en el diafragma y la zona torácica. La relajación de estos músculos clave permite una respiración más profunda y eficiente, lo que a su vez aumenta la capacidad pulmonar y optimiza la oxigenación general del cuerpo.
Fortalecimiento del Sistema Inmunológico
Investigaciones recientes han puesto de relieve el impacto significativo de los masajes en el sistema inmunológico, vinculando la relajación y la reducción del estrés con una mejor defensa corporal.
- Aumento de Linfocitos: El masaje ha demostrado aumentar el número de linfocitos (glóbulos blancos), que son cruciales para combatir infecciones y enfermedades.
- Reducción de la Inflamación: Al disminuir los niveles de cortisol y mejorar la circulación, el masaje ayuda a reducir la inflamación crónica, un factor que, si es persistente, puede debilitar el sistema inmunológico con el tiempo.
El masaje, por lo tanto, no es solo una experiencia agradable, sino una intervención basada en la evidencia que produce cambios bioquímicos y fisiológicos positivos que fortalecen las defensas del cuerpo y mejoran el bienestar emocional y físico general.
Fuente: Factores Científicos que Respaldan los Beneficios de los Masajes Corporales y Faciales – Moon Relax Spa; Datos que no sabías de los masajes – Smart Bamboo; 10 Curiosidades del masaje terapéutico – iYura Masajes.
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