Cuando el dolor persiste a pesar de los masajes de relajación, es probable que la causa resida en los Puntos Gatillo Miofasciales, focos hiperirritables dentro de bandas tensas de músculo. El Masaje Neuromuscular (MNM) y otras terapias avanzadas son las disciplinas que se adentran en la corrección de disfunciones musculoesqueléticas complejas. Este artículo te guiará a través de las técnicas más precisas que atacan el origen del dolor crónico.
La Fisiología del Punto Gatillo
Un punto gatillo es un pequeño «nudo» o espasmo muscular que no solo duele localmente al ser presionado, sino que a menudo irradia dolor a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, un punto gatillo en el hombro puede ser la causa de una migraña tensional o dolor en el codo.
La Terapia de Puntos Gatillo, base del MNM, utiliza presión sostenida y profunda para «desactivar» estos nudos. Al aplicar presión intensa, se interrumpe el ciclo de espasmo-dolor, se restablece el flujo sanguíneo en esa área (que antes estaba estrangulado) y se permite la liberación de desechos metabólicos, permitiendo que el músculo recupere su longitud y función normales.
Técnicas Avanzadas que Van Más Allá del Músculo
Los profesionales dominan diversas técnicas para abordar el cuerpo desde múltiples sistemas:
1. Masaje Craniosacral (TCS)
Esta es quizás una de las terapias más sutiles y profundas. Se centra en el sistema craneosacral, que incluye el cráneo, la columna vertebral, el sacro y el líquido cefalorraquídeo. El terapeuta utiliza un toque extremadamente suave para manipular los huesos y membranas de esta área.
- Beneficios: Al liberar tensiones profundas en el sistema nervioso central, la TCS es muy efectiva para aliviar dolores de cabeza crónicos, migrañas, disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) y estrés severo.
2. Masaje Miofascial (Liberación Miofascial)
La fascia es el tejido conectivo que envuelve y conecta todos los músculos, huesos y órganos. Cuando este tejido se tensa o se restringe (por trauma, inflamación o mala postura), puede causar dolor y limitar drásticamente el movimiento.
- Técnica: El terapeuta utiliza movimientos lentos y presión sostenida sobre la fascia para «estirarla» y liberarla, restaurando la hidratación y la movilidad. Es fundamental para corregir patrones posturales y mejorar la flexibilidad.
3. Shiatsu y Reflexología (Sistemas de Energía y Reflejo)
Mientras que el MNM trabaja el músculo, estas terapias abordan los sistemas de energía y los puntos reflejos:
- Shiatsu (Japonés): Se basa en el concepto de equilibrar el Qi (energía vital) a través de la presión con dedos, palmas y codos sobre los meridianos del cuerpo (similares a los puntos de acupuntura). Alivia la tensión, mejora el flujo de energía y tiene un profundo efecto en el bienestar físico y mental.
- Reflexología: Se aplica presión en puntos específicos de los pies, manos y orejas que se cree que están conectados con otros órganos y sistemas del cuerpo. Es eficaz para mejorar la digestión, la circulación y promover la relajación general.
La Clave: La Personalización
La eficacia de estas técnicas radica en el diagnóstico preciso. Un profesional no solo alivia el dolor, sino que debe identificar el patrón de disfunción subyacente. En un tratamiento de avanzada, no hay protocolos fijos; se personaliza cada sesión en función de la tensión, los objetivos y las restricciones del paciente, haciendo del masaje una auténtica forma de ingeniería corporal correctiva.
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