
A menudo, las personas buscan soluciones para problemas digestivos como el estreñimiento crónico, la hinchazón o el exceso de gases sin considerar la terapia manual. El masaje abdominal terapéutico es una técnica especializada que actúa directamente sobre el Sistema Nervioso Entérico (SNE), conocido como el «segundo cerebro» por su intrincada red neuronal que regula la función intestinal.
La maniobra principal de este masaje es la estimulación del peristaltismo, las contracciones musculares ondulatorias que mueven el alimento y la materia fecal a través del colon. El terapeuta aplica presión y deslizamiento siguiendo la dirección del colon (ascendente, transverso y descendente, en el sentido de las agujas del reloj) para movilizar la masa fecal y aliviar el estreñimiento crónico. Esta estimulación mecánica reduce la necesidad de laxantes y restablece el ritmo intestinal natural.
Además de su efecto mecánico, el masaje abdominal es un poderoso agente desintoxicante. Al mejorar la circulación sanguínea local y ejercer presión sobre los órganos internos, se favorece la función del hígado y la vesícula biliar, claves en el proceso de eliminación de toxinas y la producción de bilis. Las maniobras específicas, como las fricciones y las vibraciones, son particularmente efectivas para liberar el aire atrapado en los intestinos, aliviando el dolor y la incomodidad de la hinchazón y la aerofagia.
La conexión entre el abdomen y el estado de ánimo es crucial: dado que una gran parte de la serotonina (el neurotransmisor de la felicidad) se produce en el intestino, relajar el «segundo cerebro» tiene un impacto positivo inmediato en la reducción de la ansiedad. Además, el masaje ayuda a liberar las adherencias y el espasmo muscular profundo en la pared abdominal que pueden surgir del estrés o de cirugías previas, devolviendo la elasticidad y el funcionamiento óptimo al sistema digestivo.
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